Parejas con hijos de otro padre.

Son muchas las parejas que llegan a la separación. Algunas se quedan en el intento y otras consiguen, despues de un tsunami, llegar a acuerdos y firmar el divorcio.

Ya está.

Cada uno por su lado.

Una avalancha de emociones. Miedos, incertidumbre, rabia, tristeza, estrés por la adaptación a una nueva vida.

Miedo a qué los niños lo acepten sin grandes traumas...

Y despues de más o menos tiempo, te ves subiendo tu foto a Tinder y teniendo una primera cita con alguien que no conoces de nada.

Y ¡zas!

Amor a primera vista.

Una persona divorciada como tú y con dos hijos. Con los dos tuyos, son cuatro.

Al principio aunque hay cierto miedo a mostrar o sacar a la luz a esta persona, sabes que hay que ir dando luz a esta nueva relación. Sobretodo porque si no, tiene los días contados. Y la verdad es que te has enamorado. Así es que haces de tripas corazón y un día les dices a tus hijos que tienes una amiga...

Ahí empieza el lío.

Que si tus hijos, que si los míos, que si tu hija no me soporta, que si no me das la prioridad, que si nos vemos poco, que si cuando estás con tus hijos yo no existo., que si tu ex, que si la mia, que si patatín, que si patatán...

Otro infierno. Te nutren de ratos buenos porque hay mucha química y qué bien estáis juntos cuando estáis sólos.

Pero estos momentos no son tantos. Ni tantos cómo quieres.

Y empieza la inseguridad. La ansiedad, el sufrimiento...

No sabes qué hacer.

Tus hijos no te ven bien y empiezas a alimentar el rechazo hacia tu pareja. Sobretodo, y ahora es la suya, se vienen arriba y ya no hay quién le baje.

Y a comerse con patatas el jodido infierno.

Así es que llegados a este punto un poco de ayuda profesional no está de más porque si no va a estar de menos.

Tiene mala pinta.

La vida es la vida.

Nunca es fácil en ninguna de las circunstancias.

Lola Rodríguez

Psicóloga Centrada en Soluciones