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10 pautas para después de un divorcio con hijos



Padre divorciado con hijos
Padre con hijos haciendo senderismo

10 PAUTAS PARA HACER LAS COSAS BIEN DESPUÉS DE UN DIVORCIO.

Un divorcio es una de las situaciones que más duelen y que más desestabiliza a todos los miembros de la familia. Para los padres, aunque igual no de la misma manera, es una sensación de fracaso, aparte de la pérdida y de los miedos a lo desconocido que vienen después. El no saber cómo afrontar la vida sólo, el sentimiento de culpa por el dolor causado a los hijos, las dificultades económicas, el sentimiento de soledad, la frustración de no haber podido evitarlo… ”Qué hice mal”, “¿Qué podía haber hecho diferente?”, ¿Cómo va a ser mi vida ahora?, ¿Querrán mis hijos venir conmigo o preferirán a su madre?.... Múltiples preguntas, miedos e incertidumbres que te someterán a una jodida montaña rusa que harán que haya días que no te quieras levantar de la cama.

Que no cunda el pánico. Parece que los astros se han alineado en tu contra pero no.

Poco a poco tu cerebro se irá dando cuenta que puedes afrontarlo y que hay vida después de un divorcio.

Aquí os dejo unas pautas para sobrevivir de la mejor manera al gran monstruo de una

separación con hijos:


1. Llegar a acuerdos lo antes posible.

Si se alargan las negociaciones es bastante probable que seamos víctimas de la frustración y la ira y que perdamos los papeles en un momento dado. Lo cual no ayuda al proceso porque empezamos a alimentar los reproches y las quejas con lo cual nos vamos a sentir más vulnerables e inseguros. Así es que un pronto acuerdo, será un buen acuerdo, aunque nos cueste dinero (de otra manera será mucho más caro entre abogados, desgaste

emocional y pérdidas de integridades personales)


2. Cumplid con los pactos acordados.

Hay que respetar los pactos. Si a la menor de cambio, no cumplimos, vamos a generar

desconfianza e impotencia. Con lo que ello puede conllevar.


3. No utilizar cualquier excusa para saber del otro. Utilizando a los niños como excusa.

Las interacciones tienen que ser lógicas. No valen manipulaciones o reacciones impulsivas fruto de nuestra propia frustración. La yugular de tu ex ya no es tu yugular de descarga. Así es que, aprende a gestionarte. Te va a hacer falta en tu vida de padre o madre separad@


4. Vamos a seguir siendo equipo en lo que a los niños se refiere. No enemigos.

Esta parte no es nada fácil. Ya que si en la relación ya había falta de consenso, esto se

acentúa en la separación (o al revés).

Cada uno por su lado, a nuestra bola, tenemos la sensación de ser amos y señores y de ahí no hay quien nos baje. Así es que cada uno en sus treces y el niño sin ir al campamento, o va con un sentimiento de culpa fatal porque está siendo desleal a uno de sus padres.

Así es que yo apelo al que pueda dar su brazo a torcer.

Si tu hijo gana, tú ganas. No te plantees nada más. Tu ex, que se muerda la lengua por “el no conflicto” Menos tendrá que hablar. No es una guerra. Seguís siendo equipo. Para una parte y para la otra. Si no llegáis a consensos, echadlo a cara o cruz y el que gane que se lleve el gato al agua. No hay otra.


5. Buscad ayuda de profesionales en este proceso de reconstrucción

Un divorcio genera muchos cambios difíciles de afrontar y las emociones van a estar a flor de piel. Aparte de que no es lo mismo llevar una casa y unos hijos entre dos, con dos casas y unos hijos, tú sólo.

Así es que para no perderte en el intento, busca ayuda de un terapeuta que sin pausa pero sin prisa, te acompañe en este proceso de reencuentro con esa persona que eres. La que dejaste de ser porque el estatus pareja y padre se comió tu persona.

Alguien que te ayude a tener la mejor relación con esos hijos que de repente se

encuentran desubicados sin el otro padre.


6. Que tus hijos no adopten el rol del padre ausente

Esto ocurre cuando te ven vulnerable.

Si entras en un lamento continuo, tu hijo va a intentar primero cuidarte (papel que no le

corresponde). Segundo, si no consigue cuidarte (ya que además de niño, no es su

cometido) , sentirá tristeza, frustración, culpa… Y entrará en conflicto. Con lo cual puedeque empiece a no querer ir a verte, conducta que es un mecanismo de defensa natural pero que a la vez le hará sentirse desleal y sentirá indefensión total. Esto le puede llevar a ansiedad, depresión , ira….

Vuestros hijos necesitan padres felices. Necesitan seguir siendo niños, o adolescentes o adultos… pero con sus vidas. No con la carga encima de unos padres infelices, vulnerables y

dependientes de ellos.

No les echéis esa carga. Así es que arreando. Intenta llenar tu vida con lo que sea. Algo que te desfocalice de un rol de víctima perpetúa.

Transmite a tu hijo todo el amor que puedas pero también hazle entender que tienes otra

vida aparte de él. Es lo sano. Igual que vuestros hijos necesitan tener sus vidas sin el control absoluto de unos padres separados que compiten a ser el mejor.

¡No!


7. No es una competición para ser el mejor padre

Esto lleva a veces a implantar diferentes formas de educación con lo cual ya estamos generando un conflicto porque generará lenguajes ambivalentes.


Por ej. Mamá: Tienes que cambiar de colegio, en este no estás bien. No haces amigos. Lo pasas mal y te sientes inseguro.

Papá: Tienes que seguir en este colegio. En todos va a ser difícil hacer amigos. No estás tan mal. Te estás haciendo un chico muy fuerte y seguro.


Este tipo de lenguaje es brutal para la mente humana. El niño buscará una vía de escape en

cuanto pueda. Y mejor antes que despues( la vía de escape) por al salud mental del hijo.

Esto también nos puede llevar a la guerra continua de"el poli bueno, el poli malo"

Con lo que esto conlleva.

Aparte de que los hijos suelen ser listos a la vez que egoístas y sabrán enseguida de parte de quién ponerse. Según les interese. Con lo cual la guerra está asegurada.

Y Además que por querer ser el padre o madre del año podemos caer en la

sobreprotección y en el premio continuo con lo cual a parte de hacer un adulto inútil y vulnerable, podemos hacer hijos tiranos.

O sea, hijos que se ven con el poder y son los que mandan en casa. Quizás por miedo a sus reacciones, miedos a que hablen mal de tí al otro padre, miedos a que no quieran ir a verte…

Alerta con esto porque es muy peligroso. Una vez que el hijo adopta este rol, ya no hay quien se lo quite.

Suele haber violencia.


8. Ambos padres tenéis que tener como meta hacer hijos autónomos e independientes.

Hijos que estudian solos, que se preocupan de su higiene personal, de su alimentación, que se impliquen en tareas de casa, que se vayan haciendo responsables poco a poco de sus cosas, de sus logros.

Primero, que sean autónomos en esos mínimos necesarios para la supervivencia y para tener una vida personal- social- académica-profesional lo más saludable posible.

Pensad que pequeños logros tienen que ir incorporando vuestros hijos a sus vidas para llegar a esta meta. Que sean capaces de tomar decisiones por sí solos y que sean capaces de equivocarse, sin miedo a no ser capaces de remontar.

Vamos a educar para crear personas seguras de sí mismas. Les hará afrontar la vida con más madurez.

Desde cada padre les tiene que llegar más o menos el mismo mensaje.

Cualquier disonancia la podéis hablar desde la asertividad y el entendimiento no desde el reproche y la amenaza.

Vais a ser siempre padres de esos hijos. Vuestro papel es acompañar y guiar sin ser

invasivos.

Los hijos de padres separados querrán estar con aquel padre que desde el amor y el respeto, les de su espacio, con el que se sientan en casa y que no tengan miedo al conflicto o discusión. Que esto no se perciba como una tragedia nacional. Podemos discutir siempre

que cuidemos las formas y luego nos pidamos perdón de forma genuina.


9. Pongamos límites desde la racionalidad, el amor y la lógica.

Los límites son necesarios para crear una estructura mental que ayude a vuestros hijos a ser adultos autónomos y responsables pero hay que conocer a cada hijo para saber cómo enseñárselos. No es lo mismo un hijo egocéntrico que un hijo empático. O un hijo sedentario y tranquilo que uno hiperactivo y nervioso…

En fin. Primero conoce a tus hijos y aprende a tener una comunicación eficaz con cada uno de ellos. No los cortes con las mismas tijeras.

En caso de padres separados el hijo va a querer estar con el padre que mejor le recoja en cuanto a sus emociones. El que mejor comunicación tenga con él y sobre todo el que más le respete como persona autónoma que es.

Esto no es fácil porque se darán situaciones muy difíciles de manejar.

Por eso es bueno que la pareja separada tenga también buena comunicación para poder afrontar las dificultades como equipo.

Si hay solidez entre ambos es más difícil que el hijo conflictivo caiga en la manipulación del padre más tolerante.


10. Ante temas adversos y complicados con los hijos buscad ayuda profesional de mutuo acuerdo.

Que llevar a un hijo al psicólogo no se convierta en la espada de Damocles.

Y si el hijo no quiere ir, recordad que desde la Terapia Sistémica se puede intervenir de

manera indirecta.


Espero que os sirvan estas pautas. Hay mucho más que hablar y además en cada caso hay que tener en cuenta cada contexto. No he hablado de cuando se incorporan nuevas parejas a vuestras vidas. Eso requiere otro artículo pero además en fascículos. En cualquier caso, siempre encantada de escuchar cada caso.

Nunca tiréis la toalla.

Hay vida después de un divorcio.


Pero hay que buscarla.


Lola Rodríguez

Psicóloga Centrada en Soluciones


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