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Dependencia emocional

LA CÁRCEL DE LA DEPENDENCIA EMOCIONAL

Jose me miró con los ojos del miedo.

Yo sentí como ese sentimiento le daba un zarpazo a mi calma.

- La amo. La amo. La amo. Por encima de todas las cosas. Me enamoré nada más verla. Y ella de mí.  Nos casamos hace poco más de un mes.  Es el amor de mi vida. Es lo único que puedo decir.Esto lo decía mientras su mano izquierda se apoyaba con fuerza en la pierna  derecha de Ana. Ella tenía las dos manos entrelazadas. La cabeza baja. Apenas me miraba. Apenas levantaba los ojos del suelo.

Apenas hablaba.Él  acaparaba la atención. Yo me dirigí a ella.

- Ana, ¿cual es el problema? Lleváis un mes casados, dos que os conocéis...

-Pues... no sé.  Estoy mal. No sé.  Necesito ayuda.

- Si. Para eso estáis aquí. Pero necesito saber por qué necesitas ayuda

El contesta rápido. Estaba nervioso.

- Pues el problema es que estamos recién casados y ella se pasa el día con el móvil. Yo necesito que hagamos cosas juntos...Yo también estoy mal. No me respeta como su marido que soy. Yo la amo.

Ana le miró con odio.

- A ver José. Cuenta todo. Dile a la doctora que me miras el móvil.  Que no puedo dar dos pasos sin que tenga que justificarlo,  que me controlas el dinero, el móvil,  que casi me obligas a tener sexo aunque no tenga ganas, que te has cogido baja por depresión para estar todo el día conmigo.

Ahí el la corta.

- No amor. No te obligo. A me me encanta hacerlo. Lo necesito. Necesito amarte. Y la baja es porque yo estoy también mal...

-Ya José. Pero...¿ todos los días?

-Bueno, ahora no es todos los días...

-No , ahora no. Desde que me tomé las pastillas...

-¿Qué pastillas  Ana? Le pregunto

El la miró con pánico

-Me intenté suicidar hace 20 días 

Se hace el silencio.

Reaccionó rápido

Jose por favor necesito quedarme dos minutos con cada uno. Dos minutos...Sentí su pánico.

-Pero hemos venido los dos a terapia de pareja.

-Si. Así es.  Esto forma parte de la terapia de pareja. Necesito que uno de los dos salga un momento.

Salió él. 

Ella se acercó a mi y me susurró al oido.

- Estará escuchando tras la puerta. Me dijo temblando.

Me levanté y abrí la puerta.

El estaba a medio metro.

-Jose ¿puedes ir a la sala de espera? por favor...

Me cercioré que lo hiciera. Entré de nuevo.

Me senté a su lado y Ana me habló en forma de susurro todo el rato.

- Necesito ayuda.  Por favor.

-¿Qué necesitas?

Yo sentí que tenia  dos minutos exactos para ayudarla

- Quiero dejarle. Pero  no puedo. No me deja un minuto sola.  Me ha amenazado con el suicidio si le dejo. No puedo vivir así...

-¿Tienes miedo a que te haga algo?

- Si. Mucho miedo. Me obliga a tener un sexo que yo no quiero. Creo que piensa que soy una Stripper o algo así...No puedo con esto.. Quiero morirme todo el rato. No puedo ya ni verlo. Pero tengo miedo. Miedo a que me siga, a que se haga algo él... No sé.  No quiero problemas. Sólo quiero irme. Volver a ser yo. Yo era feliz.


La historia de Ana y José es su historia.

Cada pareja tiene la suya. Ninguna es igual aunque si parecidas.


A Ana se le ayudo a salir de la cárcel de la dependencia emocional patológica de Jose.

La forma, casi una película de suspense.

Llegado a este extremo no hay mucha  opción.

Jose no era Jose. Era una dependencia la que gobernaba su existencia.

No dejes que este ente arruine tu vida.

Al final la dependencia te hace perder lo que más quieres.

No te deja pensar con claridad.

Te genera una distorsión cognitiva.

Te hace sufrir hasta unos límites inimaginables.

Toda tu existencia circunda en torno a que tu pareja te demuestre que te quiere por encima de todo, todo el rato. Y cada vez quiere más. Lo que no sabes es que la dependencia emocional sólo quiere poseer al otro.

.Es una droga. ¡Una jodida drogadiicción!

Tu pareja te quiere eso está claro.

El amor se siente . Y no hace falta demostralo constantemente. 

Hay que hacerlo de una  forma racional.

No se puede vivir pendiente de no despertar al ogro.

La vida es mucho más que esto. Aunque el amor te engañe.

" Qué mayor prueba de amor que levantarme contigo cada día "

" Qué  mayor prueba de amor  que renunciar a la vida que tenía para compartirla contigo "

Hay mucho que compartir juntos, pero también mucho que seguir haciendo separados.  Y tener mi espacio, no es dejar de quererte.

Es necesario para una relación sana.

Nadie puede vivir bajo el yugo del control. Las esposas de los celos y la inseguridad castra cualquier historia de amor, por muy intensa que sea.

En la historia de Ana ambos sintieron terror. Ella por la impotencia de no poder irse y el por la impotencia de no saber retenerla. 

La dependencia emocional quiere la posesión absoluta del otro. Y nadie nos pertenece por mucho amor que  sintamos, por muchos vínculos que creemos...

Busca ayuda si tienes dependencia emocional y sufres y haces sufrir.

Es tu responsabilidad.

Y si no, deja volar a quien tienes al lado. No la arrastres al horror contigo.

Al menos, deja vivir.

Lola Rodriguez 

Psicóloga Centrada en Soluciones

 

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