Como la vida misma...

Luis y Clara es una pareja que se conoce desde hace unos meses. Viven en distintas ciudades. A veces viaja él, a veces viaja ella. Se aman.Fue un flechazo. Se conocieron en un bar en la ciudad de Luis. Hace días que Clara le nota extraño. Cómo distante, distraido, quizás frío...Distinto al Luis que ella veneraba.

Hoy Clara se presentó sin avisar en casa de Luis. Quería darle una sorpresa.

Luis no estaba en casa. Tampoco le contesta al teléfono. Ella siente que no le importa. Que la evita. Que algo raro ocurre.

Antes de volver a la estación le deja una despedida bajo la puerta

Clara subió al tren casi sin fuerzas. Encontró asiento junto a la ventana y con vehemencia buscó a su querido Luis entre la gente que corría por el andén. Ni rastro. Sólo vacío. Sintió decepción y el dolor se apoderó de sus entrañas.

Se retractó en que él no la amaba y que nunca la amaría. Apoyo la cabeza en el cristal y cerró los ojos. Una lágrima surcó su rostro. Clara nunca supo que él corrió tras el tren hasta que le vencieron las fuerzas...