Miedo a estar enfermo. Miedo a la muerte. Cómo enfrentarse
- Lola Rodríguez. Psicóloga
- 1 may 2018
- 2 Min. de lectura
Cada vez es más frecuente la visita a la consulta de personas con un miedo terrrible a tener alguna enfermedad o dolencia crónica e irreparable que les lleve rápida y fatídicamente a la muerte.
Normalmente son personas con un alto nivel de ansiedad y sufrimiento en su día a día. Muchas de ellas es díficil que puedan hacer una vida normal. Están sometidas al yugo de los pensamientos obsesivos de los cuales no son capaces de liberarse. Sobre todo porque a lo largo del día cualquier cuerpo humano sufre cambios fisiológicos normales que para el hipocondríaco no pasan desapercibidos, y no sólo esto sino que terminarán exagerando la dolencia hasta el punto que les genere altas dosis de ansiedad y/o crisis de pánico. Esto les llevará a la sala de urgencias de cualquier hospital buscando desesperadamente que un médico les tranquilice a golpe de pruebas, analíticas, etc..Mientras más mejor para calmar el tormentoso revuelo emocional y cerebral que este pánico ocasiona.
La gran contradicción de la persona hipocondríaca es que puede estar convencida de estar desarrollando cualquier tipo de enfermedad, pero siempre negará sufrir la que realmente padece: la hipocondría.
Si tu vida se ve afectada a nivel emocional, social y/o profesional por este tipo de preocupación es posible que seas una persona hipocondríaca. Si es así, te interesará saber cuáles son los tratamientos que normalmente se aplican en las personas con este trastorno psicológico para que dejen de angustiarse y pierdan el miedo a la enfermedad:
Prohibido acudir al médico y también hablar de enfermedades (o de salud)
Acude a un psicólogo/a
Técnica de exposición: aceptar las sensaciones físicas y no luchar contra ellas
Trabajo de desensibilización ante la enfermedad y la muerte
Reconocer sensaciones corporales neutras o placenteras
Aumentar la autoestima y vivir el presente
Prohibido también mirar en internet síntomas de enfermedades, no salir de casa, dejar de trabajar...
Por último, recuerda que la ansiedad por la enfermedad actúa como una planta que crece a base de hablar de ella, por lo tanto sé fuerte y ¡no la riegues! Todo aquello que niegas te somete, en cambio lo que aceptas te transforma…




















Comentarios